Hostel BANANA.


En el post anterior, estuve compartiendo mi viaje y mencione que escribiría algo solo para hablar del Banana Hostel, jeje. Bueno, quiero mencionar que en mi adolescencia yo solo soñaba ser Hippie y vivir en una comuna con otros Hippies y vaya que la vida da vueltas, aunque mi estilo de vida no está muy alejado de eso que soñé, no estoy ni cerca de vivir en nada parecido,  por lo que buscamos quedarnos en este Hostel y fue de las mejores experiencias. En los hosteles existen unas habitaciones grandes con varias literas donde las personas pagan para quedarse en una cama, con personas que no siempre conoces, puedes usar todas las áreas y además de todo puedes cocinar y si comes lavas los platos. 



Desde que tuvimos el contacto, las personas fueron super atentos, nosotros nos quedamos en una habitación INDIVIDUAL, para nosotros SOLOS con baño que no compartimos (ese es un tema que no podría cambiar) habian personas de muchas partes del mundo, ingleses, españoles, franceses, peruanos y nosotros venezolanos, las instalaciones super bellas y bohemias, tenían dos bicicletas que puedes usar cuando desees, tienen un perrito que siempre está en un sofá, que si te sientas, él estará rato mirándote hasta que no te queda otra que levantarte, la ubicación es MARAVILLOSA, porque queda cerca de todo, las personas que trabajan ahí, VIVEN AHÍ, y es divertido ver como alguien puede trabajar en pijamas.

Tomar desayuno fue de mis cosas favoritas, había pan, café, huevos y frutas, muchas cosas más, pero para mi eso es indispensable, luego de tomar desayuno, uno lavaba sus platos y se quedaba en ese comedor super acogedor conversando y conociendo personas, el área de la piscina DIVINA, la comida exquisita, los nuevos amigos que hicimos, aunque estábamos poco tiempo en el Hostel, porque saliamos y tratamos de conocer todo, fue una experiencia super linda y recomendada. Definitivamente es algo que volveremos a hacer.

Les dejo las fotos para que se enamoren. 


Una pared con mucha buena energía. El salón principal tiene una mesa inmensa de pool, musica, sofas, varios ambientes y  puedes hacer lo que desees.



El comedor super lindo y con mucha buena energía. TODO EL MENÚ ES VEGETARIANO, otra cosa a su favor.



En la parte trasera, una piscina grande, muchos espacios, camas para descansar, una enorme barra, muchas plantas, una mesa de ping - pong.





Mi esquina favorita.




El menú.
















Con el amoroso Jesús. su ropa de trabajo es envidiable.




Solo nos mojamos los pies, el agua estaba HELADA. Nada provocativa para bañarse. jeje



Volveremos..   Banana Hostel

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